Formulador y fabricante
de disolventes técnicos de limpieza
y desengrase para mantenimiento
y procesos industriales
El 1,1,1-tricloroetano y el CFC-113 se han utilizado mucho con anterioridad en operaciones de desengrasado en producción o mantenimiento; el CFC 113 se reservaba para desengrasar y limpiar sustratos frágiles, y el T-111 para componentes mecánicos. Ambas sustancias están ahora prohibidas por razones medioambientales.
El tricloroetileno y el percloroetileno, ambos clasificados como CMR, no han durado mucho tiempo como alternativa al T-111. El HCFC 141 B también se ha prohibido por razones medioambientales.
Por ello, los fabricantes han recurrido naturalmente a soluciones de hidrocarburos. Mientras que los disolventes halogenados clorados, bromados o fluorados eran incombustibles y tenían un excelente poder desengrasante y una velocidad de evaporación extremadamente rápida, la velocidad de evaporación de los disolventes hidrocarbonados está relacionada con su punto de inflamación: cuanto más rápido es el tiempo de secado, más bajo es el punto de inflamación, por lo que su poder disolvente está limitado. No se pueden utilizar en fase vapor. Tampoco se pueden utilizar en cubas de ultrasonidos si su punto de inflamación es inferior a 80 °C, en cuyo caso se pueden utilizar en máquinas A3.
La reciente reclasificación en el reglamento CLP de los disolventes hidrocarbonados como nocivos por ingestión H304, y aunque el riesgo se limita al hecho de beberlos o aspirarlos (ver sección aspectos reglamentarios, apartado aspectos toxicológicos, riesgo de ingestión H304), ha llevado a los usuarios a buscar soluciones de disolventes sin pictogramas de peligro. |
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iBiotec ofrece soluciones de desengrase que cumplen todos los criterios exigidos